Un poco de Historia de Nuestro Pueblo
HISTORIA
Abla es una población milenaria de época prerromana que se remonta a la Edad del Cobre (III milenio a.C.) con el florecimiento de la cultura de Los Millares. Los primeros testimonios escritos de su existencia, son facilitados por el geógrafo griego Ptolomeo (S. II), que la menciona en la “regio” ibérica de Bastetania con el nombre de ABULA y posteriormente en el Itinerario romano de Antonino (S. III) aparece registrada como ALBA.
En el siglo II-III (d.C.) este “municipium” romano alcanzó una etapa de apogeo y prosperidad. A este período pertenece el mausoleo, la estatua togada, diversas lápidas catalogadas y también el afamado tribuno Lucio Alfeno Avitiano. Su importancia radicaba en tener “mansio” que facilitaba el descanso y aprovisionamiento en la ruta de Acci (Guadix) a Urci (Torre de Villaricos). Con la propagación del cristianismo en el imperio romano (siglo I) señala la Tradición cristiana que la población fue evangelizada por San Segundo donde estableció su sede episcopal. Del efímero período de ocupación bizantina (589 - 612) se conserva una lápida en el Museo Arqueológico de Granada procedente de la localidad.
En época musulmana Ibn Hayyan (siglo IX) alude a la edificación de la ciudadela de Abla y posteriormente Al-Idrisi (siglo XII) cita la existencia de “estación” en el camino que conduce de Almería a Guadix, de lo que se desprende que la historia de esta villa está ligada al control del camino que unía el interior granadino con el litoral almeriense.
En el siglo XI durante el período de los reinos de Taifas, surgen guerras fronterizas entre los reinos zirí de Granada y el taifa de Almería. Abla, al encontrarse enclavada geográficamente en la zona limítrofe de disputa entre las coras de Peyyna y Elvira, se ve envuelta en un período inestable de luchas y guerras, sostenidas entre ambos reinos.
La Reconquista se produce en Diciembre de 1489 con ocasión de la campaña de los Reyes Católicos de Almería a Guadix. El estallido de la rebelión morisca en 1568, bajo el reinado de Felipe II, alcanza también a Abla y una vez sofocada la revuelta se procede a la repoblación con el repartimiento de suertes a los nuevos pobladores en 1571. Felipe II le concede el título de Real Población con la obligación de pagar un censo anual de 1.200 ducados a la Real Hacienda.
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